MUNDO MACHANGO

BATALLA 3: BARRER LOS HUESOS


Batalla: Barrer los huesos
Turnos: 5
Diferencia de puntos de victoria: 300

¡¡GANAN LOS ORCOS!!

Despliegue

Los Nomuertos intentan reaccionar a la embestida orca
Los orcos no se lo piensan. Flanquean en el izquierdo
Tímida reacción Nomuerta
Rápidamente desactivada
  
Los nomuertos intentan causar bajas con lo que pueden.

Los orcos terminan aplastando a todo el ejército
Cap. 3: Barrer los huesos

- ¡Pero que dices, insensato! - dijo el viejo alguacil del pueblo.

- ¡No miento! Vi con mis propios ojos como arrasaban hordas de zombies y esqueletos, parecían demonios verdes, no dejaron ni uno sólo de esos seres no-vivos entero - contestó el joven aldeano de la villa aledaña nerviosamente.

- Y por qué iban los orcos a salvar tu pueblo de la marea de muerte que se avecinaba, habéis hecho algún pacto con ellos, ¿qué les habéis prometido?

- ¡Nada lo juro!

- Nada de lo que dices tiene sentido, debería meterte ahora mismo en el calabozo por traición, ¡seguro que les habéis guiado hacia nuestras tierras a propósito con tal de salvar vuestro pellejo!

- ¡Es un demonio! Seguro que habla el idioma de los demonios verdes, él y todo su pueblo, están todos poseídos deberían morir todos, ¡cortadle la cabeza y luego quemad su aldea por completo! - gritó una mujer picada de viruelas y vestida con harapos.


- ¡Sí un demonio! Nadie sale nunca ileso de un ataque orco, ¿como iba a ser posible si no?- añadió un hombre de mediana edad agarrando fuertemente la mano de su hija pequeña que miraba la situación con lágrimas de miedo en los ojos.

- ¡Llevémoslo ante el gobernador y que él decida!- añadió un anciano con una ligera mirada de duda en sus ojos, quizá creyendo que ante la autoridad suprema del lugar se desvelaría la verdad de este misterio.

- ¡Alto! Dice la verdad, los orcos se alejaron sin ni siquiera tocar sus huertos - intervino un extraño viajero. - Llevo un tiempo siguiendo su pista y el chico dice la verdad. Hay algo que están buscando y nada ni nadie les detendrá hasta que lo obtengan.

- ¿Y tú quién eres?- preguntó el alguacil enfadado.

- Soy Rhyr mensajero del reino, y vengo a buscar a Zardot, o como aquí le llamáis, el Viejo de la Torre.